martes, 29 de mayo de 2012

La Calle del Embudo

Otra de las calles por las que pasamos durante el recorrido por La Candelaria fue la Calle del Embudo, situada en el Chorro de Quevedo y cuya función es la de una variante o camino para llegar a la plazoleta principal de este lugar en donde las personas se reúnen a tomar la tradicional 'chicha' y en ocasiones a escuchar cuenteros y disfrutar de otras actividades de tipo cultural. Conocida con este nombre por su forma angosta como un embudo, por esta calle únicamente transitan peatones, ya que el espacio no es suficiente para que pasen autos u otros vehículos grandes e incluso puede suceder que los caminantes deben pasar por allí casi que en fila india cuando haya gran afluencia de gente.

Resulta algo incómodo transitar por esta calle porque en una parte, casi llegando al Chorro de Quevedo, la calle toma cierta altura, de modo que los peatones se ven obligados a hacer alarde de sus dotes físicos para subir esta pequeña loma e intentar pasar por los minúsculos andenes que hay afuera de las casas. No obstante, la forma en como está hecho el camino y su particularidad hacen que ésta sea una de las calles más interesantes del barrio y del sector, llegando a convertirse en un atractivo turístico y patrimonio cultural de la ciudad, además de la carga histórica que poseen las casas allí ubicadas, que al estar frente a frente,  parecieran que estuvieran a punto de unirse y 'darse un beso' debido al poco espacio que las separa.



Es así como muchos de los habitantes de estos hogares cuentan que en este lugar "se conserva lo que fue una magna costumbre de los campesinos y trabajadores en los primeros años de esta ciudad: beber la tradicional chicha, elaborada a través de maíz fermentado y sabores de frutas". Otro relato de un estudiante que frecuenta el lugar con sus amigos para tomar chicha afirma: “Antes, los campesinos tomaban su chicha para relajarse después de la jornada de trabajo, pero luego llegaron las cervecerías extranjeras, que para instalar su producto, se corrió el rumor de que la bebida artesanal había ocasionado el envenenamiento de la División Valdez, por lo que el gobierno prohibió la fabricación de la chicha”.


Partiendo de la explicación del nombre de la Calle del Embudo, se evidencia el sentido de pertenencia tanto de los habitantes de esta así como de quienes la recorren, al igual que el orgullo y las ganas de contar la historia de una de las marcas simbólicas de la ciudad y de la localidad, cosa que hace posible que quienes la sepan sean parte de una experiencia y un recuerdo colectivo que aunque no hayan vivido en carne propia, en sus mentes e imaginación mantienen perenne para transmitir el significado de la calle, de sus casas y su función. De igual forma, puede verse cómo la historia juega un papel fundamental en este relato, pues no sólo evoca una época pasada que se recuerda con cierta nostalgia, sino que también es una forma de encantar y entretener a las personas y hasta de generarles sentido de pertenencia por los lugares de su ciudad y de sus raíces.


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