Casa de la independencia
Quiénes asisten y trabajan en la casa de la indepencia aseguran que alguien se comía de noche los dulces de una señora de recursos humanos y dejaba descaradamente los empaques en su escritorio. Luego, empezaron a aparecer los computadores prendidos y con imágenes o textos que decían: Lulú. Cansados de esta situación, los trabajadores se aseguraron de cerrar con llave la casa, pero de igual manera aparecieron los computadores prendidos con la palabra Lulú escrita en sus pantallas. Esta situación nunca se pudo controlar, y con el tiempo supieron que cerca de ese lugar se había suicidado un joven cuyo apodo era Lulú. Quiénes saben del tema llaman a este tipo de fantasmas: espíritus juguetones.
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