Nina Salcedo, como lo cuenta Freddy Ávila en un artículo on line para ciudadviva.gov, es una ama de casa apasionada por los fantasmas y habitante del barrio La Candelaria de Bogotá. Una noche, Nina quiso ponerse en contacto con el fantasma del que sus abuelos le habían hablado alguna vez: Irene. ella cuenta que “En diciembre acostumbrábamos bajar a la iglesia de San Francisco, a eso de las 4 de la mañana. Una vez pasamos por la casa del señor Camargo y oímos que destrozaban resmas de papel. Yo les dije “Oigan cómo Irene acaba con la tipografía.” Nos acercamos a la puerta, nos recorrió un gran escalofrío y vimos una luz que se reflejó en el andén. Nunca había sentido tanto temor. La verdad, pies me hicieron falta, y en una sola carrera llegué a la carrera Séptima”.
Yo de niña vivi en esa casa la imprenta de Andrés camargo
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